Just a perfect day
Drink sangria in the park
And then later, when it gets dark
We go home…
Con esta gran canción de Lou Reed arranca el cuarto episodio de Fear The Walking Dead. La canción establece un marco contradictorio y desconcertante respecto a la situación en la que se encuentran los personajes, que parecen fingir que el mundo no se ha desmoronado bajo sus pies.
Nick está nadando tranquilamente en la piscina, mientras Chris está grabando un vlog desde el tejado de la casa. Mientras tanto, Madison acusa la pesada carga de ser la única que se responsabiliza del hogar. Y Travis actúa como si todo fuera a volver a la normalidad algún día, convirtiéndose en el portavoz de militares y vecinos.
Pero nada es normal.
Nick está utilizando la morfina que Liza administra a un anciano enfermo para volver a las andadas y colocarse, engañando a su madre fingiendo que ya tiene la adicción controlada.
Los militares siguen teniendo el control de la situación impidiendo que los supervivientes salgan de las zonas establecidas afirmando que ya no queda vida en el exterior.
Esto quedará en tela de juicio cunado Chris descubra que alguien está haciendo señales con luz desde la ciudad. Cuando enseña a su padre la grabación que ha hecho de los destellos éste no le cree. No obstante, Madison si lo hará, y tras escaparse de la zona controlada descubrirá horrorizada que muchos de los cuerpos abatidos en la “zona muerta” parecían no presentar ningún signo de enfermedad, poniendo en evidencia los actos y las aseveraciones de los militares.
En este punto, la Dra. Exner (enviada por los militares), evalúa a los vecinos del área en cuarentena. Junto con Liza decidirá trasladar a la señora Salazar a una zona donde puedan tratarla de las heridas que ha sufrido.
El gran momento del episodio se da cuando Alicia descubre a Nick buscando más drogas en la casa del vecino, arremetiendo contra él con violencia. Sí… muy satisfactorio.
Al llegar la noche irrumpen en la casa los militares responsables de hacer el traslado de la señora Salazar, pero en lugar de llevarse con ella a Daniel Salazar se llevan a rastras consigo a Nick. Madison no puede hacer nada para evitarlo.
En ese momento, Liza, que se siente culpable de haber señalado la condición de Nick, decide subirse con ellos a la furgoneta y marcharse con los militares y la doctora Exner.
Después de estos acontecimientos Travis sube hasta el tejado, y en la distancia ve el destellos de las luces que su hijo Chris le había enseñado. Éstas se transformarán súbitamente en destellos de arma de fuego.
Sobrepasamos el meridiano de la temporada y me sigo preguntando si esta serie arrancará alguna vez. Obviamente, tratándose de un producto cuidado como éste, nos ofrece momentos de calidad. No obstante eso, el desarrollo de la trama resulta inconsistente y genera falta de interés. Como si las mejores historias estuvieran teniendo lugar en algún otro sitio.
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