Si bien es cierto que en el estreno de su primer capítulo en el canal AMC ha batido todos los récords al ser seguido por más de 10 millones de personas, superando el estreno de series como Better Call Saull o el inicio de la temporada final del Breaking Bad, esta secuela de The Walking Dead arroja más sombras que luces en su primer episodio.
Cuando hará unos meses se confirmó el desarrollo de esta serie la recibí con no demasiado entusiasmo. Los aficionados a este tipo de producto ya llevamos unos cuantos años viendo como se explotan hasta la extenuación franquicias a fin de seguir vendiendo un producto sin saber bien qué ofrecer, y sinceramente, esta parecía que no iba a ser una excepción.
Albergando un reducto de esperanza gracias a la última temporada de The Walking Dead y ,sin duda, al buen hacer de Robert Kirman, aguardé con ciertas ganas el estreno de su precuela.
Fear the Walking Dead o , más bién, Fear theTalking Dead.
Decir que se trata de un mal episodio, tal vez, sería injusto. Y decir que, en consecuencia, se trata de una mala serie lo sería todavía más, a parte de precipitado. No obstante, sí ha resultado ser un capítulo tremendamente aburrido.
Aburrido, porqué no sabe gestionar la tensión de la catástrofe inminente que se cierne.
Aburrido, porqué se empeñan en presentarnos a una suerte de familia Brady en horas bajas que, por desgracia para el espectador, nada nos importa. Y es básicamente, porqué no tiene un trasfondo por mucho que los guionistas se empeñen en avasallar al espectador con diálogos vacíos. En ese sentido, el hilo argumental del hijo mayor, que arrastra una adicción a las drogas, y la historia con el camello son de lo mejor del capítulo y éste puede ser un personaje que de bastante juego en el futuro.
Aburrido, porqué se empeñan en revisitar escenarios a lo largo del capítulo que ya nada tienen que aportar a la trama. Creo que sólo el gato de la familia -porqué sin duda alguna seguro que tienen uno-, quedó por visitar la iglesia donde el hijo yonki despierta al inicio del capítulo.
Y sobre todo, aburrido porqué ya sabemos lo que va a ocurrir.
Y en mi opinión, es aquí donde se produce el error conceptual y de base de Fear the Walking Dead.
En el mundo donde transcurre The Walking Dead poco importa lo que ocurriera, lo único que importa es sobrevivir. Y son estas: las historias personales que transcurren en la lucha contra los muertos vivientes las que cautivan al espectador y lo mantienen enganchado a la serie semana a semana. Las historias de supervivencia que ponen al limite la humanidad de sus protagonistas. La duda y las elecciones morales de sus personajes ante los retos imposibles que se les presentan. En definitiva, la tensión y el drama. Y eso es de lo que más adolece este capítulo.
Por el momento, hay margen de mejora y esperaremos para ver si para The Walking Dead se aplica eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Dirección: Adam Davidson
Guión: Robert Kirkman & Dave Erickson
Nota: 5/10
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